jueves, 30 de octubre de 2014

Reseña libro: Rogelio Garza - Zig Zag. Lecturas Para Fumar (Rueda Libre, 2014)


Siendo México un país en el que el periodismo musical –y en especial en el rock– se caracteriza por su poca/nula capacidad de análisis e investigación y sólo un número bastante reducido de Indiana Jones del teclado se arriesgan a ensuciarse las manos con tal de adentrarse en los terrenos menos explorados y difundidos, el caso de Rogelio Garza es el de un oasis dentro del desierto de conformismo y complacencia que impera en nuestro país.

Durante las últimas dos décadas, Rogelio ha colaborado de manera regular para distintos periódicos y revistas nacionales, pero la principal diferencia entre él y el resto de sus colegas estriba en los temas que toca: escritores de la generación beat, alucinógenos, bicicletas y principalmente rock. Resulta peligroso mencionar la palabra rock de una manera tan general, así que lo mejor será acompañarla de los apellidos punk y garage.

Hasta hace no mucho tiempo, encontrar en los medios de comunicación mexicanos a personas que escribieran acerca de los Ramones, The Stooges, Black Flag, The Cynics, Los Sicóticos, The Fuzztones o sitios emblemáticos de la capital para el desarrollo del movimiento subterráneo (muchos gustan del término underground) como el Tutti Frutti o Discos Dark Zone, era una tarea bastante difícil. Y si a eso le sumamos que escribieran de una forma atractiva, poética y con conocimiento de causa, el principal nombre en la lista es el de Rogelio Garza, pionero de este tipo de periodismo en México.

A pesar de que empezó, como muchos de su generación, escribiendo en fanzines como el ahora de culto Picahielo (fundado por él mismo), fue en 1994 cuando Garza inició su columna dedicada a la reseña de libros, inicialmente titulada Las Semillas del Mal, para la revista La Mosca en la Pared. No pasaría mucho tiempo para que su espacio cambiara de nombre por Zig-Zag, ahora con una gama de temas mucho más extensa. Después de la desaparición de la revista, la columna de Garza sobrevivió a través de otros medios como Milenio Diario, Replicante, Marvin e internet.

Exactamente 20 años después, Rogelio pone a la venta el libro Zig-Zag. Lecturas Para Fumar, en el que reúne varios de los textos que vieron la luz en su columna, además de crónicas inéditas, todo a través de la editorial Rueda Libre, fundada por él mismo como una forma de ser congruente con la idea de autosuficiencia y el Do It Yourself que siempre ha pregonado.

A través de las páginas del libro, los viejos lectores reconocerán varios pasajes, en tanto que los nuevos se sorprenderán con lo que fue escrito en los tiempos en que no existía Wikipedia, Google ni Youtube. Ya sea una crítica a los músicos mexicanos de izquierda, por lo regular contradictorios, blandengues y hambrientos de fama, o hacer un recuento acerca de la City Light Books, librería/editorial fundada por Lawrence Ferlinghetti y casa de los escritores beat, el común es una prosa entretenida, detallada y con un humor inteligente y lleno de sarcasmo.

Aquí nadie se salva y lo mismo se rescata un modelo propuesto por Rogelio con el que cualquiera se puede convertir en un crítico roquero mexicano (que permanece tan vigente como en el 2000, cuando apareció por vez primera) y un cuento inspirado en el tema “Dark Star” de The Grateful Dead y que también forma parte del libro Encore: Cuentos Inspirados En El Rock, editado hace unos meses.

Los textos monotemáticos dedicados a un grupo en específico no escasean y lo mismo hace un recorrido por la carrera de The Who y el concierto que todavía le deben a la ciudad de México, que una crónica de una de las presentaciones que AC/DC ofreció en nuestro país. Como buen Ramonólogo, no podía dejar fuera al cuarteto de Nueva York y son varios los textos que en los que se refiere a los Ramones como uno de los conjuntos más importantes en la historia del rock.

Otros personajes tan disímiles que se pasean por las páginas de esta obra son Carlos Monsiváis, David Byrne, Syd Barrett, Albert Hoffmann, Rockdrigo González y Dany Wakantanka. Fuera del terreno musical, también destacan las referencias al mundo de las bicicletas y los alucinógenos, las otras dos pasiones de Rogelio y sobre las que escribe sin complejos ni eufemismos. Si algo queda claro es que apela por una libertad física, pero también mental.

Y tampoco se puede ignorar el prólogo, escrito por Carlos Velázquez, una de las figuras más reconocidas de la literatura mexicana actual, quien confiesa que antes que desear ser escritor, su verdadera intensión era la de ser crítico de rock, y entre sus máximos a imitar menciona al autor de Zig-Zag.

Se dice que la importancia del primer álbum de Velvet Underground radica no en sus ventas millonarias ni en sus éxitos radiofónicos (nunca tuvieron nada de eso), sino en la influencia ejercida en cada una de las pocas personas que lo compraron, al grado de impulsarlas a formar su propia banda o adentrarse en el mundo de la música de alguna forma. Con el trabajo periodístico de Rogelio ocurre algo similar.


El libro se encuentra a la venta en la mayoría de las librerías del país o bien, pueden escribirle a Rogelio a zigzagueando@hotmail.com y comprarlo directamente con él.



3 comentarios:

Señor Galleta dijo...

Ya leí el libro y esta maravilloso. ¡Felicidades!

resonancia magazine dijo...

Gran reseña! Retratas muy bien la trayectoria y personalidad literaria de Rogelio. Excelente libro.

Rodrigo R. Herrera dijo...

Muchas gracias a ambos.