martes, 7 de octubre de 2014

Reseña: Viernes De Hongos - ¡Puedes O No Puedes! (Independiente, 2014)


Con una trayectoria de una década, el cuarteto capitalino de surf Viernes De Hongos recién lanzó el EP ¡Puedes O No Puedes!, su segunda producción, en la que muestran un sonido bien trabajado pero sin abandonar las olas de la música reverberante e instrumental.

En esta ocasión, el conjunto eligió a Esteban “Crunchy” López (guitarrista de Lost Acapulco y Los Infierno) como productor, lo cual se aprecia de inmediato; su trabajo detrás de la consola consistió en sacar lo mejor de cada instrumento y ensamblar todo hasta obtener un sonido profesional y bien pulido. Ser independiente no necesariamente significa sonar a tubo de cañería mal ecualizado.

El material de corta duración inicia con “Destilado De Momia”, en el que destacan ciertos sonidos espaciales, lo cual hace pensar que Man Or Astro-Man? y Espectroplasma deben ser de los grupos favoritos de esta joven agrupación, al grado que también gustan de utilizar unos impermeables como vestuario durante sus presentaciones. Inmediatamente después suena “Cavernícola!", el tema más potente del disco gracias a su guitarra llena de fuzz que es imposible ignorar; de forma acertada fue elegida como el primer sencillo a promover. También es de destacar “Cardo Russo”, con la que se adentran en el western gracias a sus guitarras tranquilas pero misteriosas y una trepidante batería que bien podría servir de fondo musical para una película italiana de los sesenta.

Como aliciente extra, el ilustrador Pablo Contreras se encargó de todo el arte del disco y mediante una serie de dibujos con personajes grotescos –que en buena medida recuerdan el trabajo de Pork MagazineEdiciones Joc Doc– sirve de complemento idóneo a la parte musical. El trabajo gráfico no desmerece en lo absoluto.

Sin hacer mucho ruido publicitario ni con grandes apoyos –todo fue financiado por los integrantes del conjunto y ni siquiera cuentan con una disquera que los respalde–, el EP es fruto de cuatro mentes que no tuvieron miedo en arriesgar todo con tal de hacer las cosas de la mejor forma posible y dejar una constancia tangible de su trabajo. Misión cumplida.


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