domingo, 21 de diciembre de 2014

Reseña: Ernesto Mendoza - Syntheremin (Independiente, 2014)



Con muchas cosas en su contra, Ernesto Mendoza es un claro ejemplo de lo que significa la palabra perseverancia. Egresado de la Escuela Nacional de Música, se especializó en contrabajo, aunque fue durante un curso de ingeniería en audio en el que conoció al theremin, el instrumento que cambió su vida y que ha estudiado y difundido como nadie en México. Desde entonces han pasado más de tres lustros, tiempo que fue necesario para que Ernesto editara su primer álbum en solitario y que, a su vez, también es el primer material realizado por un thereminista mexicano.

Si hay algo que Mendoza logró en el disco fue imprimirle un sonido personal. Mientras la mayoría de los thereministas sólo se avocan a ejecutar su instrumento, Ernesto optó por combinar el theremin con un sintetizador análogo y él mismo ensamblar ambos instrumentos en tiempo real. El resultado lleva el título de Syntheremin y es una oda a la experimentación sonora. Para ahondar en el theremin se puede revisar la entrevista realizada porMúsica Inclasificable a Ernesto Mendoza.

Gracias a la afortunada combinación musical, los diez temas aquí reunidos homenajean no sólo al científico ruso Lev Sergeyevich Termen –inventor  del theremin– sino que también se acercan, en cuestión de sonido, a lo realizado hace casi medio siglo por Walter/Wendy Carlos, Kraftwerk y Robert Moog.

Fuera del campo musical, también son notorias las referencias a la literatura y la ciencia ficción, así lo delatan títulos como “Cinta de Moebius”, “Tharsis” y “Tesla”. En tanto que, en un claro ejercicio de autosuficiencia, el álbum fue producido y lanzado por el propio Ernesto Mendoza de forma independiente.

Como incentivo, el booklet incluye una breve historia del theremin y el sintetizador, pero resulta todavía más llamativo que el propio autor afirma que no pretende ser catalogado dentro de ningún género musical, su único objetivo es el de inspirar a otros jóvenes músicos mexicanos para que se acerquen al “único instrumento musical que se toca sin tocarse”. Ojalá que así sea.


No hay comentarios.: