domingo, 19 de junio de 2016

Reseña: Lumen Lab - They Are Killing Us (Aagoo Records, 2016)




Siempre alejado de la mayoría de circuitos y nichos musicales que dominan México, Lumen Lab es un proyecto tapatío fundado por Diego Martínez hace cerca de 15 años y, contra todos los obstáculos o las decepciones que significaría el hecho de ser ignorado en su propio país, se mantiene en pie y acaba de publicar su tercer álbum.

Considerado por algunos como el enfant terrible de la música electrónica mexicana, Diego desde joven mostró interés en la música debido a su entorno rodeado de punks, pero fue su propia curiosidad la que se encargó de encaminarlo por los parajes de la IDM (Intelligent Dance Music), el hip hop abstracto, el glitch y los break beats. En su momento, ciertos periodistas, ante la falta de adjetivos o proyectos nacionales similares para compararlo, optaron por describir su sonido como punk hecho con laptops.

Fundador del sello Abolipop Records (para conocer más de la disquera pueden leer nuestra entrevista), con el que publicó los primeros dos discos de Lumen Lab, en esta ocasión Diego se dedicó a trabajar durante un largo periodo de tiempo en nuevas composiciones y el resultado se materializó en las 10 piezas que conforman They Are Killing Us, álbum editado por el sello neoyorquino Aagoo Records y en el que se puede apreciar a un músico inquieto que en lugar de construir, parece que tiene una cierta fascinación por deconstruir todas las estructuras de una canción, sólo para unirlas de nuevo pero en un nuevo orden. El caos reordenado no necesariamente es caos.

Adorador de caminos por los que han transitado desde Prefuse 73 hasta Squarepusher y varios de los proyectos de Warp Records, el nuevo disco de Lumen Lab es su trabajo más experimental a la fecha y lo consagra como un músico que gusta de imponerse retos y no pretende estancarse ni repetirse para obtener el éxito fácil ni el reconocimiento pasajero. 

La decena de composiciones que conforman el material nos presentan un complicado rompecabezas musical en el que se yuxtaponen los misteriosos sonidos ambientales con la furia industrial de los ritmos cortados y al final, es idóneo para hacer bailar tanto a la Robotina de Los Supersónicos como a los replicantes de Blade Runner.

1 comentario:

Gabriel Cruz Torres dijo...

Excelente post!
Me permito compartir el enlace a tres de mis videos:

https://youtu.be/uxmJJ-9OI7I

https://youtu.be/ZPPNKJk5se8

https://youtu.be/4BSYa_lYfm4

Veánlos!

saludos!!